sábado, 15 de agosto de 2009

EL PODER DEL VOTO

Panamá, 25 de abril de 2009.
Ha quedado confirmado, a través de las campañas y programas de los tres candidatos presidenciales reconocidos por el Tribunal Electoral, que ninguno tiene propuestas para lograr cambios de las políticas neoliberales causantes de los grandes males que aquejan a nuestro país en materia de producción de alimentos, pobreza, educación, salud, alto desempleo y otras, igualmente importantes. Esta situación resulta más grave porque el sistema electoral vigente es controlado por los actuales partidos políticos, los cuales, a su vez responden a los sectores oligárquicos que propugnan por la perpetuidad del neoliberalismo en Panamá. Contra esta nefasta realidad, diversos sectores del movimiento popular, entre los cuales se encuentra el Frente Panamá Soberana (FPS), plantearon una propuesta electoral dirigida por el Profesor Juan Jované, como candidato a la presidencia de la República, y cuyo contenido representa la erradicación del plan neoliberal en nuestro país y, consecuentemente, garantizar el bienestar material y espiritual al pueblo panameño.

Como ya es conocida, la conducta antidemocrática y violatoria de la Constitución política de nuestro país, de dos de los tres magistrados del Tribunal Electoral, ha coartado el derecho del pueblo panameño a postular candidatos a la presidencia de la República, en forma libre e independiente de los intereses y el régimen dominante. A pesar de este escollo, la campaña presidencial Juan Jované, continuó, exitosamente, su programa a nivel nacional, confirmándose, en todo momento, su aceptación por sectores muy representativos de la sociedad panameña, principalmente, de los sectores populares.

Las elecciones del próximo 3 de mayo, son una gran oportunidad para que los ciudadanos panameños utilicemos el gran poder que representa el voto para los verdaderos cambios que necesita nuestro país. Por esta razón, el FPS invita a que depositemos un voto en BLANCO, a la presidencia de la República, para que sirva como VOTO DE PROTESTA por el estado de cosas que denunciamos. Por otra parte, exhortamos a que se depositen votos a favor de aquellos candidatos independientes que forman parte del proyecto político representado por Juan Jované en estas elecciones. Igualmente, recomendamos el voto a favor del Dr. Miguel Antonio Bernal, para la alcaldía capitalina.

Panamá, 25 de abril de 2009.
FRENTE PANAMA SOBERANA - FPS

LA COYUNTURA ELECTORAL Y LA REALIDAD NACIONAL

Panamá, 23 de marzo de 2003.

El Frente Panamá Soberana (FPS) hace un llamado al pueblo panameño para que asuma una posición firme y decidida frente a las elecciones generales que se realizarán en mayo de 2004. El FPS es una articulación formado por varios movimientos con raíces populares que surgió a la vida nacional a fines de la década de 1990. Su objetivo inmediato en aquel entonces era asegurar que EEUU evacuara sus bases militares del territorio nacional en 1999.
En aquella época el FPS se opuso a la prolongación de la presencia militar norteamericana en Panamá que pretendía el gobierno de turno mediante el Centro Multilateral Antidrogas (CMA). Posteriormente, el FPS se ha opuesto a las pretensiones reelectorales de los presidentes, a las privatizaciones del IDAAN y de la Caja de Seguro Social, al alza de los pasajes urbanos, a las políticas económicas neo-liberales y a las operaciones militares norteamericanas en nuestro istmo.
La coyuntura
En el transcurso de los últimos cinco años, EEUU evacuó las bases militares en la antigua Zona del Canal y le entregó el Canal de Panamá al gobierno panameño. A pesar de estos acontecimientos, la coyuntura por la cual atraviesa el país está marcada por el estancamiento económico, los niveles altísimos de desempleo, la agudización de la pobreza y la violencia comunitaria. Incluso, el pueblo panameño aún no percibe que el Canal de Panamá y las antiguas bases militares norteamericanas, ahora administradas por Panamá, contribuyan al desarrollo del país. Los panameños percibimos como los gobiernos de turno, que han sido elegidos en torneos electorales celebrados cada cinco años, orientan los enormes recursos a su disposición hacia objetivos ajenos al desarrollo del país.
La política económica y social de los últimos gobiernos ha sido orientada por nociones financieras equivocadas provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas políticas de privatizaciones, flexibilización y desregulación introducidas por la fuerza a los programas de los gobernantes panameños han fracasado. Sin embargo, los círculos gobernantes panameños no han demostrado la capacidad para presentar alternativas que impulsen el desarrollo que signifique bienestar para el pueblo panameño.
Los niveles de pobreza en el país abarca el 50 por ciento de la población. La pobreza extrema ya incluye el 25 por ciento de todos los panameños. Esta última cifra significa que de cada 4 panameños uno no tiene los recursos necesarios para alimentarse como le corresponde a un ser humano. Esta realidad se observa cada vez con mayor agudeza en las áreas rurales y en las comarcas indígenas. A un costado de esta pobreza extrema, se levantan las murallas de las grandes mansiones y torres de quienes bajo el manto de la corrupción y de la violencia se apoderan de las riquezas que producen los panameños.
En medio de estos contrastes, los partidos políticos anuncian que se preparan para el torneo electoral de 2004. En sus pronunciamientos ignoran por completo la realidad del país. Al igual que el gobierno de turno, los partidos políticos no se pronuncian sobre los problemas sociales y económicos. Sus abanderados dedican su tiempo a pronunciar discursos vacíos de contenido y, además, tergiversando las realidades del país.
Aún no se ha escuchado un pronunciamiento de los políticos panameños sobre la crisis económica, sobre los problemas sociales o la falta de una política exterior coherente por parte de los gobernantes y partidos políticos. Este es el momento para enfrentar con coraje e inteligencia los retos que presenta la realidad nacional, los problemas internos, la integración del Canal de Panamá al desarrollo nacional y las relaciones internacionales. Enfrentamos una coyuntura que llama a la acción. Con decisión hay que enfrentar los problemas y darles las soluciones que demanda el pueblo panameño.
Aspiraciones
En cada coyuntura electoral de los últimos 15 años, el pueblo panameño ha señalado con claridad y precisión cuales son las políticas que apoya. Sin embargo, cada vez que sus votos llevan al poder a un grupo partidista, éste lo traiciona y abandona todas las promesas y pone los recursos del país al servicio de la acumulación de las camarillas empresariales que se adueñan de las riquezas que producen todos los panameños.
El pueblo panameño aspira que su gobierno promueva políticas que garanticen el desarrollo de los recursos nacionales, generando empleos, creando oportunidades de crecimiento económico y abriendo los caminos para que todos tengamos acceso rápido y oportuno a la educación, a la salud, a la vivienda y a todos los factores que garanticen el bienestar social.
Par alcanzar estos objetivos es urgente cancelar inmediatamente los programas neo-liberales que han empobrecido el hogar de los panameños. Hay que poner fin a las políticas de privatizaciones y de flexibilización. En su lugar, es necesario exigirle al equipo que llegue a gobernar que ejecute políticas de desarrollo. Esta opción implica intervenir con energía en el desarrollo de una política de producción tanto en el sector agropecuario como en el industrial. Esta política tiene que contemplar las características de la economía panameña, que es pequeña y abierta a las decisiones financieras de EEUU. Hay que convertir estos elementos que podrían considerarse negativos en factores positivos. Una economía pequeña tiene ventajas de movilidad y nuestra cercanía a EEUU nos brinda acceso al mercado más grande del mundo. Una herramienta que está a nuestra disposición y que aún no hemos utilizado para este fin es la posición geográfica del Istmo y el Canal de Panamá.
Las políticas de desarrollo están encaminadas a generar empleo, que garantiza un crecimiento económico y, a la vez, una redistribución de las nuevas riquezas que se producen entre todos los panameños. De esta manera se garantiza la salud y educación de las nuevas generaciones que incursionan en la vida productiva. Igualmente, la política de desarrollo garantiza el bienestar social de la familia y la de sus miembros (insertos en actividades productivas) que constituyen la columna vertebral de la nación. Además, le ofrece a ese sector creciente de la población mayor un programa de seguridad social que le garantice un lugar digno en nuestra sociedad.
El pueblo panameño aspira a tener un trabajo, a sentirse parte de una sociedad que respeta a todos sus integrantes y a entregarle a sus hijos todas las oportunidades para superarse. El Estado panameño existe para garantizar estas aspiraciones. Los gobiernos que hemos tenido hasta ahora han fracasado. Es el momento para exigir cambios. Pero también es el momento para ponerse al frente y asumir las responsabilidades que demandan los cambios.
Quiénes somos
El FPS hace un llamado a todos los panameños que están comprometidos con el desarrollo nacional, con un país que erradique la pobreza, con un pueblo identificado con su propio destino, a sumarse a las tareas inmediatas que demanda la coyuntura. A este trabajo hay sumar desde los jóvenes, las mujeres, hasta los campesinos, los obreros y las capas medias. Todos tienen que sumarse para hacer una fuerza incontenible capaz de enfrentar las tareas inmediatas. También tenemos que sumar al trabajo a los sectores barriales, a los pequeños y medianos empresarios, a los estudiantes, a los indígenas y todos los trabajadores.
Aún cuando todos los sectores sociales identifican sus aspiraciones y las prioridades que tienen, la historia panameña nos demuestra que ha sido difícil darle una organización adecuada a todas las fuerzas que luchan por promover una política de desarrollo nacional. La falta de organización política de los sectores populares del país le han permitido a sus enemigos penetrar el tejido social de la nación, destruir sus lazos incipientes y comprar a sus dirigentes más destacados.
En esta coyuntura que ofrece la campaña electoral hay que trabajar para organizar al pueblo políticamente. El movimiento social panameño tiene que asumir una forma política que le permita actuar con energía y autonomía.
Una dirección política
Para orientar esta visión de país y consolidar una dirección política, hay que presentar al país un programa de trabajo y, además, un equipo capaz de ejecutarlo. El FPS está formado por una combinación de fuerzas que incluye jóvenes, trabajadores e intelectuales nacionalistas. La lucha del FPS se ha concentrado, hasta ahora, en la defensa de la soberanía y a frenar las medidas económicas de corte neo-liberal. En la actualidad, pretende dar un salto cualitativo y convertir esta energía en un programa político que le dé orientación al país.
En este aspecto queremos invitar a todas las fuerzas que se sumen al trabajo con nosotros. En esta oportunidad muy singular queremos invitar a una de las figuras más destacadas en las luchas sociales de los últimos decenios a caminar junto con nosotros y con todo el pueblo panameño a buscar ese objetivo que compartimos. En esta reunión queremos hacer un reconocimiento público del trabajo del profesor Juan Jované, quien ha demostrado su compromiso inquebrantable con las aspiraciones del pueblo panameño. Además, en ocasión tras ocasión, ha presentado ante la nación un programa de trabajo coherente y de acuerdo con las aspiraciones de todos los panameños que se quieren sumar a un programa de desarrollo nacional.
Jované es identificado por todos los panameños como un hombre honesto, trabajador y nacionalista. Pero, además, e igualmente importante, Jované es identificado por los diferentes sectores sociales del país, como una persona que tiene la capacidad para dirigir la nación panameña hacia el desarrollo nacional y el bienestar social de su población.
Por esta razón, el FPS invita al profesor Jované a caminar junto con el pueblo y sus organizaciones para construir un vehículo político que nos permita hacer realidad las aspiraciones de los panameños. Sería una organización que refleje el poder del pueblo conciente de sus responsabilidades, con un programa de desarrollo nacional que ponga fin al desempleo, a la pobreza y a la violencia en Panamá.
Panamá, 23 de marzo de 2003.

FRENTE PANAMA SOBERANA

domingo, 29 de marzo de 2009

EN DEFENSA DE LA SOBERANÍA

(Comunicados del FPS por un Canal de Panamá al servicio del desarrollo nacional)
En esta sección se reproduce una selección de tres comunicados preparados por el FPS en 2006. El primer comuniado "denuncia y rechaza el proyecto de ampliación del Canal de Panamá que no responde a un plan de desarrollo nacional".
Los últimos dos comunicados analizan la propuesta mal concebida del gobierno del presidente Torrijos de ampliar el Canal de Panamá mediante la construcción de un sistema nuevo de esclusas sin considerar las prioridades de desarrollo nacional. En 2006 el gobierno impuso su propopuesta mediante un referéndum donde el 60 por ciento de la población se abstuvo de concurrir a las urnas.

DESARROLLO NACIONAL Y AMPLIACION DEL CANAL DE PANAMA

Resolución del FPS

Considerando que el gobierno panameño promueve una política orientada hacia el desmantelamiento del sector productivo de la economía nacional,
Concientes que esta política antinacional entrega todos los recursos y riquezas del país a agentes trasnacionales que tienden a incrementar la explotación y la pobreza de los trabajadores panameños,
Conocedores de la complicidad entre gobierno nacional y junta directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) para convertir el Canal de Panamá en una fuente de riqueza para los grandes intereses navieros y sus socios locales y
Teniendo en cuenta que el gobierno no ha presentado propuesta alguna para incorporar el Canal de Panamá y los proyectos de ampliación a un plan de desarrollo nacional

RESUELVE

Exigirle al gobierno nacional un cambio radical en su política que le permita al país invertir recursos en los sectores productivos de su economía,
Exigir que el gobierno ponga fin a la política entreguista de los recursos del país a los agentes trasnacionales,
Exigir la participación de todos los sectores sociales del país en la junta directiva de la ACP cuyos puestos han sido monopolizados por intereses especuladores y defensores de los navieros extranjeros, y
Denunciar y rechazar cualquier proyecto de ampliación del Canal de Panamá que no responda a un plan de desarrollo nacional que tome en cuenta los intereses de todos los panameños, de todas las provincias y, especialmente, de los trabajadores. Dado el 6 de abril de 2006.

miércoles, 25 de marzo de 2009

EL CANAL DE PANAMA AL SERVICIO DEL DESARROLLO NACIONAL

No a una ampliación que endeude y perjudique a los panameños

El pueblo panameño deberá tomar una decisión trascendental sobre el Canal de Panamá en un corto plazo. La propuesta de ampliación del Canal, cuyo anuncio próximo prepara el gobierno nacional, se encuentra inmersa en un secretismo que presagia sorpresas para los cuales el pueblo y sus organizaciones tienen que estar preparados. La falta de un plan de desarrollo nacional, la ausencia de un programa de financiamiento para las obras que se avecinan y el desprecio por los trabajadores y campesinos, que le es inherente a la propuesta, hace que los panameños dudemos de las intenciones que se encuentran detrás de la ampliación del Canal de Panamá.
Cambios políticos y cambios de rutas
Desde la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977 se han sucedido un conjunto de hechos que han transformado la relación del país con la vía acuática y el comercio marítimo mundial. En 1979 desapareció jurídicamente el territorio conocido como la Zona del Canal de Panamá donde EEUU “actuaba como si fuera soberano”. En 1999 fueron evacuadas las bases militares norteamericanas y Panamá comenzó a administrar el Canal.
Panamá asumió plena responsabilidad sobre la vía acuática que, actualmente, sirve al 4 por ciento del comercio marítimo internacional. Es una responsabilidad que debe ser asumida con precaución y con mucha planificación por lo panameños. Las rutas marítimas que se han utilizado en el comercio internacional, en los últimos dos siglos, han cambiado una y otra vez. En la actualidad, gran parte del comercio marítimo que pasa por el istmo panameño se concentra en las rutas que unen los puertos de Asia oriental con la costa oriental de EEUU.
Historicamente, el comercio marítimo ha crecido con motivo de la expansión económica que ha caracterizado al mundo en los últimos siglos. El Canal de Panamá es el producto de este crecimiento, por lo que se pronostica un futuro seguro para la vía acuática. Sin embargo, las nuevas tecnologías de transporte, los costos del transporte y el desarrollo desigual de los países que conforman el mercado capitalista mundial pueden alterar rapidamente las ventajas relativas que tiene la posición geográfica del Istmo. Más razón para avanzar con cautela sobre cualquier decisión que se pueda tomar con relación al futuro del Canal.
El Canal de Panamá se inauguró en 1914 y al poco tiempo se convirtió en paso obligado de barcos, mercancías y pasajeros provenientes de todas partes del mundo. Su ruta principal, sin embargo, hasta mediados del siglo XX era la que unía las dos costas del continente norteamericano. A fines del siglo XX, la ruta norteamericana fue desplazada por la ruta que une los puertos del lejano oriente con las grandes ciudades del este norteamericano.
Proyectos de ampliación
Poco antes de la segunda guerra mundial (fines de la década de 1930), EEUU inició planes para ampliar el Canal con el fin de pasar barcos de guerra. El proyecto abortó cuando los estrategas norteamericanos cambiaron de planes. La idea de ampliar el Canal de Panamá ha estado presente desde entonces.
En los Tratados del Canal firmados en 1977 se incluyó una cláusula para que Panamá y EEUU estudiaran la viabilidad de ampliar la vía acuática. Con la participación de Japón, que fue invitada con este propósito, una Comisión formada por los tres países recomendó – en 1993 – la ampliación del Canal mediante la construcción de un tercer juego de esclusas. Esta adición le permitiría a barcos con capacidad de hasta 150 mil toneladas de desplazamiento hacer el tránsito por el Canal de Panamá.
A partir de 1993, los gobiernos de Panamá han estado estudiando la posibilidad de ejecutar la recomendación de la Comisión. Incluso, una reforma a la Constitución Política le entregó la responsabilidad de efectuar el estudio a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y entregar sus resultados al gobierno nacional. Desde hace casi 10 años la ACP adelanta estudios sobre este tema manteniendo al pueblo panameño, en gran parte, ajeno de sus avances.
Todo indica que la ACP está preparada para presentar su propuesta al gobierno en el transcurso de 2006, probablemente en el transcurso del primer semestre. Si el Ejecutivo y la Asamblea de Diputados aprueban una propuesta de la ACP, se tendría que convocar, en un plazo no superior a los tres meses, al pueblo panameño a un referéndum para que dé a conocer su opinión a favor o en contra.
Las fallas en la propuesta que se avecina
La propuesta de la ACP, a pesar de que aún no se conoce oficialmente, tiene un conjunto de fallas que son objeto de críticas por parte de un sector creciente de la opinión pública. Entre los problemas más serios que enfrenta la ACP se puede destacar, en primer lugar, que su visión del Canal no forma parte de un proyecto nacional de desarrollo. Todo indica que su propuesta sólo beneficiaría a los grandes intereses navieros y sus socios que controlan el comercio marítimo mundial.
En segundo lugar, la ACP no tendría una propuesta financiera que le permitiera al país sacar ventajas de esta iniciativa. Por el contrario, para beneficiar algunos intereses particulares, endeudaría el país y, como consecuencia, al pueblo, agudizando los niveles de pobreza y desempleo existentes. Además, en tercer lugar, la propuesta de la ACP parece contener todos los elementos de secretismo y manipulación tradicionales que perjudicaría a sectores importantes de la población e, incluso, pondría en peligro la integridad ambiental y económica del país.
Hacia la constitución de un Frente por el Canal y el Desarrollo
En este contexto es imprescindible que todos los panameños nos preparemos para enfrentar la ofensiva de la ACP y del gobierno. Al mismo tiempo, hay que preparar alternativas viables para que el Canal contribuya al éxito de un plan nacional de desarrollo que tenga como objetivo principal el bienestar de la población panameña. Este es y siempre ha sido el eje sobre el cual se desarrollaron las luchas generacionales que hoy nos permiten observar con orgullo a la bandera nacional sobre las naves que surcan el Canal así como sobre la cima del cerro Ancón.
Mediante esta convocatoria invitamos a todos los panameños y a sus organizaciones, sin distingo alguno, a sumarse al Frente por el Canal y el Desarrollo Nacional y a integrarse a sus comisiones de trabajo. Seguiremos el camino de los panameños que ofrecieron con generosidad sus vidas y sus esfuerzos, a lo largo de muchas generaciones, para que nuestra posición geográfica y el Canal de Panamá le abran oportunidades de superación a una juventud ávida de conocimiento y superación.

Dado el 25 de marzo de 2006 en la ciudad de Panamá.

Comité ejecutivo del
FRENTE PANAMA SOBERANA

LA AMPLIACION DEL CANAL DE PANAMA

Con respecto a la propuesta de ampliar el Canal de Panamá, por medio de la construcción de un tercer juego de esclusas, a un costo de varios miles de millones de dólares, propuesta que probablemente será sometida a referéndum este año, el Frente Panamá Soberana (FPS) considera, luego de analizar la información disponible, que dicho proyecto sería perjudicial para el país. Ello es así porque:

1. Desde un punto financiero, el proyecto atenta contra los intereses nacionales.
Los estudios de la Comisión Tripartita de las Alternativas del Canal, divulgados en 1993, apuntan a que el proyecto costaría por lo menos siete mil millones de dólares, lo que se invertiría durante un lapso de 6 años, dinero cuya mitad provendría de los excedentes del canal y la otra de préstamos de bancos privados.
Asumiendo un crecimiento intermedio del tránsito por el Canal, las consecuencias de este proyecto serían las de reducir, en cientos de millones anuales, y por casi dos décadas, los beneficios netos potenciales del Canal para Panamá, que deben ingresar al Tesoro Nacional, para cubrir las necesidades de nuestro país.
Y después de esos 15 o 20 años, los exiguos beneficios que arrojaría la inversión no compensarían ni la enorme inversión antes citada, ni el endeudamiento adicional del país.
Si se usa parte de las reservas de la Caja de Seguro Social para financiar parcialmente el proyecto, que es otro objetivo no declarado del Gobierno actual, podría, además, agravarse la crisis del régimen de seguridad social, debido a los riesgos de rentabilidad del proyecto de ampliación del Canal antes referidos.

2. El proyecto tendría consecuencias sociales y ambientales muy negativas.
El proyecto desplazaría a miles de familias de bajos ingresos en el norte de las provincias de Coclé y Colón, cuyas propiedades serían inundadas para suministrar el agua adicional requerida.
La negativa del Gobierno a derogar la Ley 44 de 1999 es la mejor prueba de que dicha intención se mantiene en pie.
El principal impacto ambiental es la ya citada inundación de miles de hectáreas en Coclé y Colón. Pero, además, las tinas de reciclaje, propuestas como abastecedor adicional de agua, podrían contaminar el lago Miraflores, que abastece el sector metropolitano.

3. Pocos serían los beneficiados.
Los principales beneficiarios del proyecto serían las constructoras, bancos, abogados ligados a navieras, así como las navieras y la marina norteamericana, que con las nuevas esclusas podrían trasladar sus barcos porta- contenedores y sus barcos de guerra de gran calado de un océano al otro.
El proyecto además generaría una cantidad aproximada de 6,000 empleos temporales directos, una parte significativa de los cuales serían acaparados por extranjeros y una cantidad similar de empleos indirectos.
Al respecto, el FPS considera que el pueblo panameño obtendría mayores beneficios, empleos, desarrollo, y bienestar social a mediano y largo plazo mejorando e incorporando el Canal de Panamá a un plan de desarrollo nacional, que implique la inversión de sus excedentes de manera más racional, diversificada, solidaria y productiva.

El Gobierno no tiene propuesta alguna para vincular las grandes inversiones en torno al Canal, con otras áreas de desarrollo del país. Panamá tiene grandes ventajas comparativas naturales y artificiales que le permitirían desarrollar proyectos en el sector de transporte, agroindustrial; energético; pesca y ganadería; el turismo ecológico, comercial, de salud y educativo y servicios portuarios.

El Gobierno tampoco ha relacionado el futuro del Canal con las demandas sociales del país. Las grandes inversiones deben ir acompañadas de programas tendientes a fortalecer la salud, la educación, el transporte y el ambiente nacionales. Todos los proyectos gubernamentales deben enmarcarse en una política tendiente a distribuir de manera justa y racional los frutos del desarrollo.

Sin una visión integral sobre lo que podría hacerse con el Canal de Panamá como parte de un plan de desarrollo nacional, el futuro de la vía acuática estará marcado por nuevos conflictos, luchas y protestas populares a lo largo del siglo XXI. En cambio, si nos preocupamos por definir nuestro proyecto de nación, e incluimos el Canal en esa propuesta, garantizamos su plena incorporación al país y su contribución al bienestar de todos los panameños. Este reto sólo lo puede y debe asumir el Gobierno panameño con todos los panameños, sin intervenciones de intereses extranjeros.


4. Problema jurídico del proyecto de ampliación de Canal de Panamá.

El Tribunal Electoral no tiene facultad para reglamentar el referéndum, pues el artículo 327 del Código Electoral (Texto Único), sólo faculta al Tribunal para que, a solicitud del Organo Ejecutivo, “reglamente el referéndum sobre el Tratado o Convenio del Canal”. La reforma constitucional de 2004, en el artículo constitucional 325, inciso 3º., que faculta a la Autoridad del Canal de Panamá (una persona jurídica del mismo nivel que las demás entidades autónomas creadas por Ley) para proponer la construcción de las esclusas, contradice el artículo 315 de la Constitución, el cual establece que “el Canal de Panamá constituye un patrimonio inalienable de la Nación Panameña”; el artículo 1º. de la Constitución, el cual dispone que “la Nación panameña está organizada en Estado soberano e independiente, cuya denominación es República de Panamá”; y el artículo 2 de la Constitución, el cual señala que el poder público “lo ejerce el Estado por medio de los Órganos Legislativo, Ejecutivo y Judicial”. Estos tres artículos disponen que solamente el Estado, como propietario, puede disponer (proponer) o tomar medidas sobre el Canal, como es la relativa a las esclusas, y no así, una entidad autónoma como lo es la Autoridad del Canal de Panamá.

Mañana o pasado, cualquier persona puede demandar la inconstitucionalidad de cualquier contrato que se celebre para la construcción de las esclusas, ya que es la Autoridad del Canal la que “propone la construcción de las mismas” y después el Ejecutivo, el Legislativo y el referéndum aprobarán o negarán tales esclusas. La construcción de las esclusas debe emanar exclusivamente del Estado, a través de sus Organos, que son los que deben concretar la orden de construcción de las esclusas, y no la Autoridad, a la que la reforma constitucional de 2004 pone por encima del Estado y de sus Órganos, atribuyéndole a ella facultades que sólo corresponden, como reiteramos, al propietario del Canal, al Estado, por conducto de sus Organos.

Se hace evidente una especie de conspiración jurídica entre el Gobierno y la Autoridad del Canal de Panamá, en contra de la Constitución Política, en el tema y problema que se refiere a esclusas del Canal de Panamá.

Panamá, 14 de febrero de 2006.

COMITÉ EJECUTIVO


HUMBERTO E. RICORD D., MARCO A. GANDÁSEGUI, h.

ROBERTO N. MÉNDEZ, LUIS CHEN GONZÁLEZ,

MARIO A. RODRÍGUEZ S., DÍDIMO SIERRA G.


FRENTE PANAMA SOBERANA

lunes, 2 de febrero de 2009

LA DENUNCIA DE BIEN OCULTO CONTRA LA ACP

En esta sección se reproducen un total de 8 documentos relativos a la denuncia de bien oculto interpuesto por el Frente Panamá Soberana contra la Autoridad del Canal de Panamá.
En el primer artículo aparece el alegato final que hacen los denunciantes ante la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia en agosto de 2008. Es seguido por el incidente de nulidad presentado también ante la Sala Tercera. En tercer lugar, se presenta un comunicado de prensa sobre el avance de la dencuncia. El cuarto artículo reproduce la denuncia de bien oculto presentado por el FPS en la Sala Tercera. Este artículo es seguido por un comunicado.
Los últimos tres artículos se refieren, primro, a la demanda de ilegalidad contencioso administrativo presentado por el FPS. Segundo a la solicitud de reconsideración y, finalmente, la denuncia de bien oculto que presentó el FPS ante el Ministerio de Economía y Finanzas el 26 de mayo de 2006.

ALEGATO
INCIDENTE DE NULIDAD DE LO ACTUADO
AVANZA DENUNCIA DE BIEN OCULTO CONTRA LA ACP
DENUNCIA DE BIEN OCULTO EN LA CORTE SUPREMA
LA CORTE SUPREMA ACOGIO RECURSO SOBRE BIEN OCULTO
DEMANDA DE ILEGALIDAD CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA
SOLICITUD DE RECONSIDERACION
DENUNCIA DE BIEN OCULTO